La locomotora europea pierde fuelle
Alberto Corona y Harald Neuber *
La Habana y Berlín (PL).- El impacto de la crisis de deuda en la Eurozona se deja sentir cada vez con más fuerza en Alemania, la cuarta economía del planeta y la primera del bloque comunitario, al punto de encontrase bajo la amenaza del fantasma de la recesión. En apenas tres meses, la considerada locomotora de Europa redujo a más de la mitad su previsión de crecimiento para este año, al colocarlo en el 0,4%, frente al uno por ciento previsto con anterioridad.
Ya en 2012 la economía germana se resintió, al registrar
el Producto Interno Bruto (PIB) un crecimiento de solo 0,7%, frente al
3% obtenido en el ejercicio anterior, de acuerdo con la Oficina Federal
de Estadística. Asimismo, el PIB se contrajo 0,5% en los últimos tres
meses del pasado año, un dato que no sorprendió a los expertos, mientras
se augura una tendencia similar para los tres primeros meses de 2013.
Este pobre desempeño es el peor registrado desde que el país cayó en recesión durante la crisis financiera y económica mundial de 2008-2009, insuficiencia que de mantenerse podría incluso perjudicar las esperanzas de la canciller Angela Merkel de obtener un tercer mandato, según observadores.
Por el momento Berlín solo se atreve a aventurar una mejora para el próximo año, con un aumento de su PIB en torno al 1,6%, aunque el gobierno insiste que marcha por la senda correcta. En sintonía con esta percepción, el Bundesbank -banco central- pronosticó que la debilidad de la economía germana será menor este año, ante una eventual mayor estabilidad del mercado laboral y la posibilidad de que aumente la creación de empleos.
Acorde con la entidad, el empresariado ve con relativo optimismo el panorama exportador, considerado uno de los pilares fundamentales del crecimiento nacional. Sin embargo, algunos expertos estiman que la persistente crisis en la zona euro apunta a una contracción del crecimiento, dado por una menor demanda de productos germanos, al tiempo que las dificultades fiscales en Estados Unidos añaden más incertidumbre.
Datos recientes dan cuenta de una de una caída de los pedidos manufacturados y la debilidad del comercio internacional, en un contexto en el cual Alemania vende el 60% de sus envíos al exterior a la frágil Unión Europea. De ahí que la posibilidad de que la nación germana caiga en recesión no se excluya de las proyecciones, ante un evidente agotamiento de la resistencia a la crisis que golpea al bloque.
Por el momento, Alemania descartó emprender cualquier tipo de ayuda económica a favor de sus socios en crisis, para cerrar así, eventualmente, la puerta a políticas expansivas. Al respecto el ministro germano de Economía Philipp Rösler señaló que Berlín no aprobará nuevos programas de crecimiento para la Eurozona, como propuso el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.
Para Rösler “todos” deben implementar reformas estructurales, flexibilizar sus mercados de trabajo, reformar los sistemas de pensiones, fomentar la competitividad y promover más privatizaciones. En términos similares se pronunció el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, al subrayar que su país “no ayudaría a nadie en Europa” y desestimará grandes inversiones, que no puede permitirse, según sus propias palabras.
De esa manera Alemania se apartó de la solicitud de Rajoy, quien llamó a Berlín y a otros países acreedores de la Eurozona a estimular la economía comunitaria. Es el momento, cuando se da una necesidad de crecimiento, que aquellos que tienen capacidad de llevar a cabo políticas que generen crecimiento, lo hagan, afirmó el jefe del gobierno español.
No obstante, Rajoy dejó claro que no se puede pedir a España adoptar políticas expansivas en este momento, pero aquellos que pueden -insistió- deberían hacerlo. Lo cierto es que el temor al colapso pende sobre Alemania, en un contexto en el cual todo parece indicar que las crecientes dificultades en la Eurozona se profundizarán, acorde con las más recientes proyecciones del Banco Mundial para el año en curso.
Una señal de esto lo constituye el hecho de que Alemania repatriará parte de sus reservas de oro depositadas en Nueva York y todo el que posee en París, para un total de 700 toneladas del metal preciado y valorado -en su conjunto- en 27 mil millones de euros. En opinión de analistas, ello indica un mecanismo de prevención ante las posibles dificultades que comienzan a avizorarse en el horizonte económico.
El anuncio del Bundesbank de repatriar 674 toneladas del metal precioso desde aquellos países en primer término desata variadas especulaciones, que atañen sobremanera a los mercados e inversores. En materia noticiosa, la fuente rechazó especificar la manera y el momento para retomar 374 toneladas de oro desde el Banque de France y 300 de la Reserva Federal de Nueva York. Estas cifras sobrepasan las 50 toneladas anuales que la entidad financiera germana anunció en octubre anterior que repatriaría en el plazo de tres años.
El fundador de PIMCO, el mayor fondo de inversiones en bonos del mundo, Bill Gross, apreció esa acción como señal de desconfianza en los bancos centrales, mientras otras fuentes como Ric Spooner, analista de CMC Markets, apunta más bien a la crisis fiscal estadounidense. Para estas voces, Alemania pude sentirse más segura con sus archivos auríferos en casa, a la par que el veterano operador de ese metal Jim Sinclair recuerda una medida idéntica efectuada por el líder francés Charles de Gaulle en los años 70 del pasado siglo, al sacar oro de los Estados Unidos. En aquella ocasión, como en esta, los expertos estimaron que el liderazgo de Washington y la subida de los precios en los mercados financieros resultaban las causas más a la mano.
Sin embargo, otras miradas consideran el traslado como un nuevo nivel de oro y posibilidades para el respaldo de la divisa por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Muchas pueden ser las interpretaciones, en un mundo cambiante, sobre todo en el plano financiero y con el desequilibrio económico en las narices de parte de naciones del llamado viejo continente como España, Grecia e Italia, en espera aún del rescate foráneo.
Alemania es el segundo poseedor de oro a nivel global, con cerca de 3.400 toneladas, lo que significa mas del 10% de las reservas mundiales de ese mineral, solo aventajado por Estados Unidos. Informes oficiales del Bundesgbank, señalan que el oro está sepultado en Frankfurt con el 31% del total actual, Nueva York con 45% , Londres 13 y París 11. Una de las causas de exportar el oro hacia otros bunkers radicó durante la denominada Guerra Fría en los temores de una potencial invasión soviética.
Ya desde octubre pasado la
Corte Federal de Auditores de Alemania exigió una inspección de la
administración financiera de Berlín, con rastreo de las reservas de oro
protegidas en bancos centrales. La posibilidad de una confusión en
cuanto al registro de reservas parece también tener peso a la hora de
tomar esa decisión de repatriar el oro. En mayo de 2012 apareció la
iniciativa Traigan nuestro oro a casa, protagonizada por economistas,
empresarios y legisladores germanos, con unas 10 mil firmas.
Aumenta pobreza en Alemania
La diferencia entre los pobres y los ricos en Alemania aumenta cada vez más y la clase media se reduce de manera continua, según un estudio del Instituto Alemán para la Investigación de la Economía (DIW). Conforme a esa investigación, solamente el 60% de la población pertenece a la clase media con un ingreso neto mensual entre 860 y mil 844 euros. Hace diez años eran todavía el 64%.
Al mismo tiempo aumentó el número de los hogares en pobreza de 18% en el año 2000 a 22% en 2011, informó el experto del DIW Martin Gornig. Los hogares alemanes pobres con una sola persona tenían hace diez años un ingreso promedio de 680 euros, actualmente son 645 euros.
Los niveles de pobreza en Alemania se
estancaron en un escandaloso nivel de entre 14 y 16% en los últimos
años, denunciaron participantes en la Conferencia Nacional de Pobreza,
en Berlín a fines del año pasado. Michaela Hafmann, vicepresidenta del
referido foro, consideró un escándalo que la precariedad de la población
germana se mantenga en las referidas cifras, en una demostración de la
ausencia de voluntad política del gobierno para resolver ese flagelo.
La especialista estimó insuficientes los programas puestos en práctica por el gobierno para los subsidios a los afectados con el desempleo crónico, conocido aquí como Hartz IV, pues aún son pocas las ayudas a familias de bajos recursos para poder salir del círculo de la pobreza. A ello se agrega que uno de cada cuatro empleados en esta nación europea posee una insuficiente remuneración, es decir, unos siete millones 600 mil personas.
Hafmann también llamó la atención que 9,3% de los germanos se beneficia de programas estatales para poder sobrevivir, mientras aumentan los riesgos de caer en los círculos de pobreza para otras capas sociales. La conferencia se pronunció por establecer salarios mínimos suficientes, aumento de prestaciones sociales y garantías para palear la escasez de viviendas destinadas a las familias más necesitadas.
El aumento de la pobreza y la desigualdad destacó entre las principales noticias de la Navidad en Alemania, uno de los países más ricos de Europa. Las grandes iglesias de la nación germana advirtieron en sus pláticas por la celebración acerca de una división de la sociedad, demandando a la vez más solidaridad con los pobres.
"Los pobres quedan atrás, mientras la riqueza aumenta en las manos de unos cuantos", dijo en una entrevista con el diario Ruhr Nachrichten el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana Robert Zollitsch. Mientras, el presidente de la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD) Nikolaus Schneider subrayó el peligro de una marginalización de cada vez mas ciudadanos alemanes. "El mensaje de Navidad nos exige levantar nuestras voces a favor de estos seres humanos, al trabajar por más justicia social", dijo.
El Paritaetischer Wohlfahrtsverband, la mayor asociación caritativa de Alemania, publicó un reporte sobre el aumento alarmante de la pobreza en el país como consecuencia de la política neoliberal del gobierno de la canciller Angela Merkel. El reporte menciona la reducción del empleo público y la redistribución del ingreso desde abajo hacía arriba como dos razones del aumento de la desigualdad en Alemania.
En una entrevista con el diario conservador Die Welt, el presidente del Paritaetischer Wohlfahrtsverband Ulrich Schneider defendió un salario mínimo garantizado y un aumento de la ayuda social estatal. El partido socialista, que mantiene 75 escaños en la cámara baja del parlamento alemán, el Bundestag, también apoya estas propuestas.
Los socialistas señalaron reiteradamente que los más ricos en la sociedad alemana disponen de 4,8 billones de euros. Por ello, la izquierda alemana y asociaciones caritativas exigen la reintroducción del impuesto sobre la propiedad, suprimido en 1997, y el aumento del impuesto a la herencia tal como del tipo máximo del gravamen.
Estos datos tienen un efecto fuerte en el debate actual sobre reformas del mercado laboral y el sumamente controvertido programa de ahorro del gobierno de la canciller Angela Merkel, presentado en junio de 2012 en Berlín. La Asociación de Organizaciones Sociales (VdK) exigió cesar de inmediato las reformas, que según su presidenta Ulrike Mascher, significa “una política irresponsable”.
También otros expertos alemanes criticaron las reformas neoliberales del gobierno compuesto por democristianos y liberales. “Es una prueba de la hipocresía, la impertinencia y la desfachatez del gobierno federal si justamente en el llamado Año Europeo contra la Pobreza y Exclusión Social recorta los fondos estatales de ayuda a los desempleados y receptores de asistencia social”, dijo el profesor de economía Christoph Butterwege.
En declaraciones a la agencia alemana de noticias DPA, Butterwege criticó sobre todo tres de las mediadas recientes del gobierno, como el recorte de asistencia financiera para jóvenes padres sin empleo, el recorte de la asistencia para el seguro de pensiones de desempleados y la reducción drástica de programas de readaptación profesional.
Alemania prevé aplicar nuevos recortes en el gasto público de hasta seis mil millones de euros (unos 7.900 millones de dólares), para tener un presupuesto estructuralmente equilibrado en 2014, dijo una fuente de la coalición de centroderecha que lidera la canciller Angela Merkel. Miembros del
Ministerio de Finanzas señalaron
que el ministro Wolfgang Schaeuble tratará de concretar de cinco mil a
seis mil millones de euros en recortes adicionales, en aras del
equilibrio monetario.
Sin embargo, el propio Ministerio negó en el mes anterior que Schaeuble efectuaría recortes en el gasto social y aumentos en los impuestos al valor agregado con ese objetivo, según declararon medios de prensa. Estos advirtieron que habría recortes en todos los ministerios, los cuales podrían afectar los subsidios del sistema alemán de salud.
El opositor Partido Socialdemócrata (SPD) ha acusado a Schaeuble de ocultar sus programas de austeridad hasta después de las elecciones regionales del 20 de enero en Baja Sajonia. Se trata de un estado en el que se comenta que el CDU podría perder el poder ante el SPD y los Verdes. Merkel buscará un tercer mandato de cuatro años en las elecciones federales previstas en septiembre.
Prevén mejora en economía alemana a inicios de 2013
Tras la debilidad económica del cuarto trimestre de 2012, las perspectivas para Alemania mejorarán a principios de este año, pronosticó el Banco Central, Bundesbank, en su boletín de enero de 2013. Precisó que una mayor estabilidad del mercado laboral y la posibilidad de que aumente la creación de empleo permitirán que la debilidad dure poco tiempo.
La entidad añadió que las empresas ven con cierto optimismo el panorama exportador, uno de los motores del crecimiento nacional. Según cálculos preliminares del gobierno, la disminución de la producción industrial provocó en el cuarto trimestre de 2012 el retroceso económico de 0,5%. En línea con la debilidad de la demanda europea, causada por la persistente crisis, algunas señales apuntan a una contracción del crecimiento.
La menor demanda de las exportaciones germanas, la incertidumbre generada por la crisis de deuda y las dificultades fiscales en Estados Unidos, redujeron la disposición de las firmas a invertir. A tal panorama se suman datos recientes que mostraron la caída de los pedidos, el retroceso del sector manufacturero y el debilitamiento del comercio internacional.
Expertos remarcaron que las solicitudes industriales y la producción disminuyeron en los últimos meses, lo cual resulta un duro golpe si te tiene en cuenta que Alemania vende el 60 por ciento de sus envíos al exterior a la Unión Europea. Por ello advierten que la posibilidad de que la nación germana caiga en recesión no se descarta, al subrayar que existen indicios de que la actividad económica podría retroceder.
Ese país ha sido un motor clave del avance de la Eurozona, actualmente en su segunda recesión desde el 2009, sin embargo consideran que su resistencia a la crisis se está agotando.
A fines de 2012 se esperaba que Alemania reduzca su déficit por debajo de la barrera de los 25 mil millones de euros, debido a un repunte en la recaudación de impuestos. El Misterio de Finanzas consideró que el dato representa una disminución cercana a los tres mil millones de euros con respecto a proyecciones anteriores.
En un inicio se previó un déficit para la considerada locomotora de Europa en torno a los 32.100 millones de euros para 2012. No obstante, las autoridades alemanas admitieron que los efectos de la crisis en la Eurozona lastran la economía germana, aunque consideraron que su incidencia será pasajera. En tanto, el gobierno alemán pretende cuadrar un presupuesto en 2013 con un endeudamiento por debajo del límite del 0,35%.
La oficina federal de estadística informó que el déficit se situó en los nueve primeros meses de 2012 en 21.600 millones de euros, 12.300 millones menos en relación con similar lapso de 2011.
* Periodistas de Prensa Latina.
(Fuente: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2013012903)